El Maratón de la Costa
Daurada-Tarragona (MCD) ya forma parte de la historia de mi vida maratoniana y
quedara fijo en el podium de los mejores momentos vividos como una de las
experiencias mas inolvidables de mi vida.
Ha sido mi decimotercer maratón, pero una historia nueva. Creo que,
aunque llevara 100 maratones, cada vez viviría una aventura distinta.Creo que
esa es parte de su magia.
Tras el fiasco de Bilbao, esta
vez desistí de intentar atacar el Sub-3 y disfrutar de una maratón a la que me
apunte con tan solo 45 días de tiempo y basarla en 30 días fuertes de carga de
km sin trabajos específicos de ritmo, aprovechando las rentas de la preparación
de Bilbao 2 meses y medio antes.
Me levanto
a las 6 de la mañana. Mi desayuno, abundante pues hay que llevar los depósitos
bien preparados para poco mas de tres horas de exigente faena. Hacia las 7:30 parto
hacia la zona de salida. El termómetro marca 5ºC. y la mañana esta
fresquita. Después de pasar por el guardarropa y realizar unos ejercicios de
calentamiento articular en el interior, paso a calentar un poco de carrera y
aclimatarme a la temperatura exterior, aun tengo dudas de si volver al
guardarropa y cogerme unos manguitos para protegerme los brazos durante la
primera parte de carrera hasta que suba algunos grados la temperatura, pero al
final decido no cargar lastre. Me he puesto una camiseta por encima que tiraré
justo antes de la salida. En la espera para el comienzo veo a un grande de los
maratonianos populares y amigo, Vicente Lafarga del Correcaminos Alfinden y a
unos cuantos mañicos mas que algunos conozco de vista pero que Vicente se
encarga de presentarme. El frío se hace
notar, pero hace sol y nada de viento. Un día ideal para correr. El ambiente
es, como siempre, espectacular, hablamos de el ambiente de maraton. Unas 1.700
personas nos hemos dado cita en Tarragona. Aparte del maratón, hay una carrera
de 10 km
y otra de 30 km.
Es además, sede del campeonato de Catalunya de maratón, lo que aumenta la
calidad de participación.
A las 9:00 cuenta atrás del spiker y comienza
la aventura. Salgo con Vicente con la idea de hacer los máximos kilómetros
junto a el pero sin volverme loco pues el ya sabe lo que es bajar de 3h en
múltiples ocasiones, todo un experto. Pero esta vez la suerte le es esquiva y
un toque por detrás le hace caer en el km9 y de verdad que me asuste verlo
tendido en el suelo bastante magullado un poco descolado a la hora de hablar
con el, pero se incorpora y tengo esperanzas de que podamos seguir juntos,
aunque a pesar de mi insistencia decide quedarse y me manda para adelante.
Los primeros 10 kilómetros
discurren por la escollera del puerto de Tarragona y son muy llanos. Ya en el
grupo de 3h. nos ponemos a un ritmo de 4:08 min/km, que podemos llevar con
facilidad a estas alturas de la carrera. No debería correr más rápido si no
quiero estamparme contra el muro en la segunda parte del recorrido pero es que
con Vicente resulta fácil llevar el ritmo. Los primeros 10 km los paso en 41:27 a una
media de 4:08 min/km. y encaro la segunda parte de la carrera siempre a
cola de grupo para evitar algún susto.
Aquí dejamos la costa y nos
adentramos en la ciudad de Tarragona así
que hacemos ahora la subida hasta la pista de atletismo y bajada de vuelta al
puerto. En esta zona empezamos a encontrar los primeros desniveles que, por
pequeños que sean, suman dureza extra cuando se trata de un maratón. Ha pasado
el km15 y consumido el primer gel. Sin embargo, también hay tramos de bajadas,
así que, apenas sin darnos cuenta, aceleramos el ritmo y compensamos las
perdidas de desnivel positivo. Paso la media maratón en 1:27:46, a un ritmo
medio de 4:08 min/km. Me encuentro bien, cómodo, clavando el ritmo y a
partir de aquí trabajando en cabeza con el grupo de 3h que se ha reducido a
unas 15 unidades y el riesgo de caídas es menor.
Volvemos
a la zona de salida, allí el ambiente es buenísimo y hay mucha gente
animando. En el paso por contra meta aprox km 25 me encuentro a Sara y
Natalia, Sara se sorprende de verme ahí adelante tirando del carro en
cabeza de
las 3 horas Seguimos a ritmos entre 4:10 y 4:15 min/km. Ahora toca
volver a
hacer los 5 kilómetros
de escollera, en ida y vuelta, desde el km 25 donde me tomo el segundo
gel,
hasta casi el 30 que paso en 2:05:53. Una recta larguísima, totalmente
llana, con el faro al fondo,
y que a estas alturas se hace interminable, estoy cansado, claro, pero
contento por como se esta desarrollando la carrera. El problema es que
ahora nos enfrentamos a la
última parte de la carrera, la más dura y temible, ya que discurre junto
al mar
por un recorrido lleno de toboganes, con algunas subidas de perfil
considerable,
es después del 32. Lo compensa la cantidad de gente animando. Hay
voluntarios
por todas partes ofreciéndote agua, isotónico, reflex, animándonos a
tope.
En el km 33 no puedo con los
toboganes y subiendo noto dolores en los ligamentos de la zona interior de las
rodillas y me descuelgo del grupo, no puedo seguirles a no ser que fuerce por
encima de mis posibilidades y creo que no merecia la pena. Por mi cabeza
empiezan a pasar pensamientos negros como la noche y que el gafe del sub-3 no
me deja una vez mas, que no puedo con el.
Pero esta tan cerca, que miro el reloj y tiro de calculadora. Llevo un
margen de casi 5’
para mi objetivo, quedan 8 km
y si bajo el ritmo 15 seg/min me sobran al final 2’ así que… claro que puedo!!,
que he hecho cosas mucho peores, que no escuche a la cabeza, que es el cuerpo el
que tiene que correr. Son unos pocos metros de duda, me tomo el tercer gel y sin pensarlo dos veces
vuelvo a por mi objetivo.
En el km 38 de repente, igual
que llegaron los dolores, han desaparecido. Empiezo a revivir y casi no me lo
puedo creer. Vuelvo a encontrarme bien y a correr a gusto. Empiezo a visualizar
la meta y sé que voy a terminar sub-3 es impresionante. Miro el mar, con un
montón de barcos enormes allí lejos, quizá esperan poder entrar a puerto como
yo, aunque yo no voy a pedir permiso a ningún practico del puerto, yo voy con
la directa puesta. A falta de unos 150 metros veo a Sara
loca de contenta por lo que se ve venir y Natalia esperándome para vivir
semejante salvajada, nos cogemos de la mano y Natalia sorprendentemente en vez
de restarme segundos se pega un sprint de 100m, que me lleva casi volando. 100m
de lagrimas, de pensamientos varios, de no parar de gritar que lo hemos
conseguido, si lo hemos conseguido todos, yo he puesto las piernas y el corazón
y mis chicas Sara, Paula y Natalia han puesto el alma… Y entramos en 2:58:41.
Feliz y emocionado como la primera vez
Lo
que me había negado Sevilla, Zaragoza o Bilbao, me lo ha dado
Tarragona, siendo la menos preparada de las cuatro, la menos propicia
por su dureza y sin pensar en intentarlo... a sucedido. Quien dice que
el 13 es un numero de mal agüero, para mi no, en la maraton nº 13 ha
aparecido la suerte que me había sido esquiva anteriormente.
Al llegar a casa me he enterado que he quedado 2º clasificado en mi categoría de veterano, ja ja, sera la falta de costumbre
Los números de la carrera:
562 - JAVIER PIAZUELO GONZALVO
KILOMETROCERO-CASPE
Clasificación | Posición | ||
---|---|---|---|
General | 50º | ||
Masculino | 50º | ||
Veterano M50 | 2º |
Splits | Posición | T. Oficial | T. Real | Media Real |
---|---|---|---|---|
10K | 62 | 00:41:48 | 00:41:27 | 04m 08s / km |
21K | 53 | 01:28:07 | 01:27:46 | 04m 08s / km |
30K | 52 | 02:06:13 | 02:05:53 | 04m 14s / km |
Meta | 50 | 02:59:01 | 02:58:41 | 04m 14s / km |
1 comentario:
me encanta leerlo, lo transmites como si estuvieras ahí, tarde o temprano me tendré que animar a alguna, máquina javi!
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