domingo, 25 de enero de 2015

Maratón Costa Dorada (Tarragona 2015)

El Maratón de la Costa Daurada-Tarragona (MCD) ya forma parte de la historia de mi vida maratoniana y quedara fijo en el podium de los mejores momentos vividos como una de las experiencias mas inolvidables de mi vida.  Ha sido mi decimotercer maratón, pero una historia nueva. Creo que, aunque llevara 100 maratones, cada vez viviría una aventura distinta.Creo que esa es parte de su magia.

Tras el fiasco de Bilbao, esta vez desistí de intentar atacar el Sub-3 y disfrutar de una maratón a la que me apunte con tan solo 45 días de tiempo y basarla en 30 días fuertes de carga de km sin trabajos específicos de ritmo, aprovechando las rentas de la preparación de Bilbao 2 meses y medio antes.
Me levanto a las 6 de la mañana. Mi desayuno, abundante pues hay que llevar los depósitos bien preparados para poco mas de tres horas de exigente faena. Hacia las 7:30 parto hacia la zona de salida. El termómetro marca 5ºC. y la mañana esta fresquita. Después de pasar por el guardarropa y realizar unos ejercicios de calentamiento articular en el interior, paso a calentar un poco de carrera y aclimatarme a la temperatura exterior, aun tengo dudas de si volver al guardarropa y cogerme unos manguitos para protegerme los brazos durante la primera parte de carrera hasta que suba algunos grados la temperatura, pero al final decido no cargar lastre. Me he puesto una camiseta por encima que tiraré justo antes de la salida. En la espera para el comienzo veo a un grande de los maratonianos populares y amigo, Vicente Lafarga del Correcaminos Alfinden y a unos cuantos mañicos mas que algunos conozco de vista pero que Vicente se encarga de presentarme.  El frío se hace notar, pero hace sol y nada de viento. Un día ideal para correr. El ambiente es, como siempre, espectacular, hablamos de el ambiente de maraton. Unas 1.700 personas nos hemos dado cita en Tarragona. Aparte del maratón, hay una carrera de 10 km y otra de 30 km. Es además, sede del campeonato de Catalunya de maratón, lo que aumenta la calidad de participación.
A las 9:00 cuenta atrás del spiker y comienza la aventura. Salgo con Vicente con la idea de hacer los máximos kilómetros junto a el pero sin volverme loco pues el ya sabe lo que es bajar de 3h en múltiples ocasiones, todo un experto. Pero esta vez la suerte le es esquiva y un toque por detrás le hace caer en el km9 y de verdad que me asuste verlo tendido en el suelo bastante magullado un poco descolado a la hora de hablar con el, pero se incorpora y tengo esperanzas de que podamos seguir juntos, aunque a pesar de mi insistencia decide quedarse y me manda para adelante.
Los primeros 10 kilómetros discurren por la escollera del puerto de Tarragona y son muy llanos. Ya en el grupo de 3h. nos ponemos a un ritmo de 4:08 min/km, que podemos llevar con facilidad a estas alturas de la carrera. No debería correr más rápido si no quiero estamparme contra el muro en la segunda parte del recorrido pero es que con Vicente resulta fácil llevar el ritmo.  Los primeros 10 km los paso en 41:27 a una media de 4:08 min/km. y encaro la segunda parte de la carrera siempre a cola de grupo para evitar algún susto.
Aquí dejamos la costa y nos adentramos en la ciudad de Tarragona  así que hacemos ahora la subida hasta la pista de atletismo y bajada de vuelta al puerto. En esta zona empezamos a encontrar los primeros desniveles que, por pequeños que sean, suman dureza extra cuando se trata de un maratón. Ha pasado el km15 y consumido el primer gel. Sin embargo, también hay tramos de bajadas, así que, apenas sin darnos cuenta, aceleramos el ritmo y compensamos las perdidas de desnivel positivo. Paso la media maratón en 1:27:46, a un ritmo medio de 4:08 min/km. Me encuentro bien, cómodo, clavando el ritmo y a partir de aquí trabajando en cabeza con el grupo de 3h que se ha reducido a unas 15 unidades y el riesgo de caídas es menor.
Volvemos a la zona de salida, allí el ambiente es buenísimo y hay mucha gente animando. En el paso por contra meta aprox km 25 me encuentro a Sara y Natalia, Sara se sorprende de verme ahí adelante tirando del carro en cabeza de las 3 horas Seguimos a ritmos entre 4:10 y 4:15 min/km. Ahora toca volver a hacer los 5 kilómetros de escollera, en ida y vuelta, desde el km 25 donde me tomo el segundo gel, hasta casi el 30 que paso en 2:05:53. Una recta larguísima, totalmente llana, con el faro al fondo, y que a estas alturas se hace interminable, estoy cansado, claro, pero contento por como se esta desarrollando la carrera. El problema es que ahora nos enfrentamos a la última parte de la carrera, la más dura y temible, ya que discurre junto al mar por un recorrido lleno de toboganes, con algunas subidas de perfil considerable, es después del 32. Lo compensa la cantidad de gente animando. Hay voluntarios por todas partes ofreciéndote agua, isotónico, reflex, animándonos a tope.
En el km 33 no puedo con los toboganes y subiendo noto dolores en los ligamentos de la zona interior de las rodillas y me descuelgo del grupo, no puedo seguirles a no ser que fuerce por encima de mis posibilidades y creo que no merecia la pena. Por mi cabeza empiezan a pasar pensamientos negros como la noche y que el gafe del sub-3 no me deja una vez mas, que no puedo con el.  Pero esta tan cerca, que miro el reloj y tiro de calculadora. Llevo un margen de casi 5’ para mi objetivo, quedan 8 km y si bajo el ritmo 15 seg/min me sobran al final 2’ así que… claro que puedo!!, que he hecho cosas mucho peores, que no escuche a la cabeza, que es el cuerpo el que tiene que correr. Son unos pocos metros de duda, me tomo el tercer gel y sin pensarlo dos veces vuelvo a por mi objetivo.

En el km 38 de repente, igual que llegaron los dolores, han desaparecido. Empiezo a revivir y casi no me lo puedo creer. Vuelvo a encontrarme bien y a correr a gusto. Empiezo a visualizar la meta y sé que voy a terminar sub-3 es impresionante. Miro el mar, con un montón de barcos enormes allí lejos, quizá esperan poder entrar a puerto como yo, aunque yo no voy a pedir permiso a ningún practico del puerto, yo voy con la directa puesta.  A falta de unos 150 metros veo a Sara loca de contenta por lo que se ve venir y Natalia esperándome para vivir semejante salvajada, nos cogemos de la mano y Natalia sorprendentemente en vez de restarme segundos se pega un sprint de 100m, que me lleva casi volando. 100m de lagrimas, de pensamientos varios, de no parar de gritar que lo hemos conseguido, si lo hemos conseguido todos, yo he puesto las piernas y el corazón y mis chicas Sara, Paula y Natalia han puesto el alma… Y entramos en 2:58:41. Feliz y emocionado como la primera vez 
 










Lo que me había negado Sevilla, Zaragoza o Bilbao, me lo ha dado Tarragona, siendo la menos preparada de las cuatro, la menos propicia por su dureza y sin pensar en intentarlo... a sucedido. Quien dice que el 13 es un numero de mal agüero, para mi no, en la maraton nº 13 ha aparecido la suerte que me había sido esquiva anteriormente.
Al llegar a casa me he enterado que he quedado 2º clasificado en mi categoría de veterano, ja ja, sera la falta de costumbre
Los números de la carrera:



562 - JAVIER PIAZUELO GONZALVO

KILOMETROCERO-CASPE

Clasificación Posición
General   50º

Masculino   50º

Veterano M50    2º

Splits Posición T. Oficial T. Real Media Real
10K 62 00:41:48 00:41:27 04m 08s / km
21K 53 01:28:07 01:27:46 04m 08s / km
30K 52 02:06:13 02:05:53 04m 14s / km
Meta 50 02:59:01 02:58:41 04m 14s / km

1 comentario:

Samuel dijo...

me encanta leerlo, lo transmites como si estuvieras ahí, tarde o temprano me tendré que animar a alguna, máquina javi!